Era la época del trueque y todos los habitantes de ese momento de la Tierra ya estaban comercializando productos, gestando  lo que hoy conocemos como comercio.


El comercio, entonces, es una práctica muy antigua que fue evolucionando con el paso del tiempo y la llegada de nuevas herramientas y formas de comunicarse o conectar. El mayor impacto se da con la llegada de Internet, cambiando el mundo para siempre, acortando distancias y generando conexiones nunca antes pensadas.


Sin ir más lejos,  durante el año 2020 durante la pandemia, Internet resultó un poderoso medio de comunicación y de transacciones comerciales. La palabra ecommerce se volvió relevante y todas las empresas que carecían de tiendas online, tuvieron que armar rápidamente una y aprender de qué se trataba este tipo de comercio, adaptándose a una velocidad increíblemente rápida con el objetivo de sobrevivir.


El ecommerce o comercio electrónico hace referencia específica al intercambio comercial digital y online, a través de internet. Como en el caso del email, la “e” hace referencia a electronic y commerce a comercio. De ahí que la traducción de e-commerce sea “comercio electrónico”. Este nuevo concepto introduce un tipo de comercio innovador que amplía las fronteras y que puede llevarse a cabo en todo el mundo siempre que haya posibilidad de conexión a una red de internet. 











Es verdad que tiene sus complejidades, como todo lo que sucede en el espacio cibernético,  y, por eso, es necesario conocer bien de qué se trata, qué posibilidades brinda, cómo puede beneficiar a una empresa, cuáles son sus ventajas y desventajas. Por qué es necesario tener en claro el concepto y cómo ejecutar una tienda online.


¿De qué se trata el ecommerce? 


El término ecommerce hace referencia al intercambio de bienes o servicios que se realiza en el mundo digital, por internet, dentro del ecosistema formado por todas las tiendas online que venden productos o servicios. . El ecommerce se refiere a las transacciones comerciales realizadas íntegramente online, desde la elección del producto por parte del cliente, hasta la finalización del pedido, realizándose todo el proceso por medios digitales.


Este nuevo paradigma que habilita el intercambio online, reemplaza el lugar físico tradicional de un “local” y lo transforma en tiendas online que cada empresa puede tener en su web o espacios como Mercado Libre, Amazon, Rappi, Pedidos Ya o las tiendas de Instagram, Facebook u otras redes sociales donde se pueda realizar el intercambio y se conecten vendedores y compradores.


En definitiva, cualquier tienda virtual es parte del ámbito del comercio electrónico. Si antes era necesario acercarse a un espacio físico para adquirir un bien, hoy solo hace falta entrar al sitio adecuado, aplicar algunos clicks, cargar el medio de pago, abonar la compra y esperar a qué llegué. Ya no es requerido que se mueva el cliente, gracias a Internet y las conexiones, el producto llega al cliente de  manera simple y sencilla. Si vemos el proceso de compra, todose hace online, excepto la entrega del producto que requiere de una logística eficaz en el mundo físico, para completar la experiencia de compra y hacer “tangible” este proceso digital. 


El ecommerce se posiciona así como la alternativa “fácil y accesible” a la tradicional tienda física, , tanto por la simpleza e inmediatez al momento de ponerla en funcionamiento, como por todo lo que la alternativa de una tienda física  conlleva impositivamente, en gestión de recursos humanos y mobiliario, entre otros. Es así como de manera rápida y conveniente, tanto mini pymes como grandes empresas, se vieron beneficiadas con las tiendas en línea con la posibilidad de alcanzar nuevos públicos, traspasar regiones y dar a conocer sus productos de manera ágil y moderna. 


El establecer un e-commerce se puede dar por distintos motivos, pero queda demostrado los beneficios rápidos de la implementación de este tipo de comercio. Ese es el trasfondo del ecommerce para poder entender su importancia y su correcta ejecución.








Qué tipos de comercio electrónico existen





El ecommerce sigue evolucionando y redefiniéndose día a día, adaptándose a cada una de las industrias que deciden aplicarlo. Desde su comienzo, suele reconocerse 2 grandes tipos de comercio que aplican a la gran mayoría, siendo estos: B2B (Business to Business) y  B2C (Business To Consumer), seguidos por el C2B y C2C  entre otros. Los avances tecnológicos han ayudado a que las ventas por internet lleguen cada vez a más industrias y esta expansión ha traído como resultado el surgimiento de nuevos tipos de e-commerce.


Entonces, definamos las principales categorías de ecommerce según lo que estas buscan y alcanzan: 


B2B - BUSINESS TO BUSINESS - (negocio a negocio) se refiere a una transacción comercial entre dos empresas, negocio o pymes, que tienen ambas presencia y operaciones en internet. Lo interesante de este tipo de negocio es que no intervienen los consumidores finales.La transacción comercial se realiza entre empresas. . Por ejemplo, una empresa que le compra a otra productos al por mayor, una empresa que necesita capacitar a sus empleados y contrata a una institución educativa, entre muchos otros.


B2C - BUSINESS TO CONSUMER. (negocio a consumidor) agrupa aquellas relaciones comerciales entre negocios de cualquier tamaño y consumidores finales, sin importar la magnitud de la compra. Las tiendas online y los marketplaces entran en esta categoría. Siempre prima la atención que debe recibir el consumidor, siendo clave el customer experience que se brinda: como por ejemplo Mercado Libre o Netflix.


C2B - Consumer to Business (consumidor a negocio). Es la relación inversa a la anterior. Se trata de trabajadores que trabajan de forma independiente y  prestan servicios a empresas, servicios o productos. Por ejemplo, un diseñador gráfico o un copywriter ofrecen sus conocimientos a una agencia de publicidad.


C2C Consumer to Consumer (consumidor a consumidor) Esta es una de las categorías más tradicionales, donde el intercambio comercial es entre consumidores sin que medie ninguna empresa. Suele ser más informal y es lo que sucedía, por ejemplo, en el trueque o con los newsletters actuales en los que un experto brinda su conocimiento y los lectores pagan para recibirlo.


B2G -Business to Government (negocio a gobierno), también conocida como Business to Administration (B2A),son aquellas transacciones monetarias digitales entre gobiernos o administraciones y consumidores, en las que la  institución o entidad del gobierno o de la administración pública o privada adquiere productos o servicios digitales de empresas a través del ecommerce. Por ejemplo, la entidad gubernamental contrata a una agencia de publicidad para una campaña o para desarrollar una app para el ciudadano.


B2E - Business to Employee (negocio a empleado) se refiere a las compras que las empresas realizan para sus trabajadores. Una empresa realiza una compra para sus empleados como en el caso de una licencia de un programa de diseño para que puedan desarrollar sus trabajos.


G2C - Government to Consumer (gobierno a consumidor) - se realizan transacciones monetarias digitales entre gobiernos o administraciones y consumidores, a través de portales oficiales como, por ejemplo, el pago de impuestos locales o trámites como el DNI o la licencia de conducir.





Estas son algunas de las categorías del ecommerce que se han definido hasta el momento. En la medida en la que nuevas industrias se adhieren al comercio electrónico, aparecen nuevas relaciones posibles y de esa misma forma nuevas combinaciones.


La importancia de conocerlas es vital al momento de definir un negocio, entender las “best practices” de cada una, las formas en las que otras industrias similares se desenvuelven en el comercio digital, puede ser una gran ayuda al momento de arrancar. Mismo, la comparación con negocios similares puede servir para seguir iterando y construyendo de manera constante, para brindar un mejor servicio.  





¿Qué hay que tener en cuenta para desarrollar un ecommerce?


La primera pregunta para iniciar una tienda online parece muy básica pero pocas personas se la hacen y es: ¿quién es el cliente? Al entender mi público target, y saber a quien me dirijo, es necesario entender las formas de compra y hábitos de ese target de consumo: ¿El cliente compra online?. Y luego de entender el quien y el como, es necesario entender el que, ¿qué se necesita para poder abrir una tienda? Con estas 3 simples preguntas y (no tan simples) respuestas,  se puede empezar a pensar un ecommerce.


Al hablar de una tienda online, su nombre y dominio pasan a ser el reemplazo del cartel luminoso en cualquier local físico a la calle. Es necesario pensar y definir como quiero que identifiquen y recuerden mi ecommerce. 


Si la empresa ya está creada, la tienda seguirá el manual de marca ya establecido y se adaptará para generar cierta coherencia y continuidad con el espacio que la marca ya ocupa en la mente del consumidor. Si se trata de una empresa nueva, hay que pensar la marca desde cero: nombre, logo, objetivo, misión, valores, entre otros. Analizado esto, se elige el dominio de la tienda, es decir, bajo qué nombre se registrará. Puede ser el nombre de la empresa o uno asociado a ella. Por ejemplo, si la empresa se llama “Los hermanos”, el dominio de la tienda puede ser www.loshermanos.com.ar o www.tiendaloshermanos.com.ar.


El tipo de producto vendido va a ser un gran determinante al momento de elegir la plataforma que soporte el intercambio comercial, y mismo el modelo de negocio detrás: El esquema más utilizado y más simple, suele ser un ecommerce con una tienda online simple que ofrezca los productos o servicios de la marca. Este es el caso de muchos emprendimientos que necesitan una salida rápida y sin una estructura física que lo soporte, quienes muy probablemente elegirán un SaaS, una plataforma de ecommerce que es fácil de usar y no requiere conocimientos técnicos. Estas típicas plataformas (ejemplo tienda nube) ofrecen  un software listo para cargar los productos y que soluciona por completo el armado de una tienda online.


Otra opción de tienda es el Dropshipping, un ecommerce que ofrece y envía productos de un tercero sin tenerlos en stock, como puede ser, una cadena de ferreterías que suma distintos socios para armar una tienda. Se venden productos de proveedores a cambio de una comisión.


El ecommerce no aplica solamente a emprendedores o empresas con una producción fija, sino que también se adapta a aquellas personas que quieren vender algún artículo de manera inpidual, sin ningún tipo de estructura (nunca te pasó de tener algo que está en muy buenas condiciones para tirar y que elegís vender online? Aquí aparecen en escena los Marketplace como Amazon o Mercado Libre, un sitio que aloja a pequeñas empresas o vendedores inpiduales, que ofrecen un producto  en el que el posicionamiento del mismo depende pura y exclusivamente del marketplace.  El pago y el envío del producto la mayoría de las veces conlleva una comisión y se hace a través del sistema del sistema del marketplace. Las tiendas de Facebook e Instagram son marketplaces.


No tan comunes, pero también existen el ecommerce por afiliación y el de suscripción. En el primero, la tienda a través de email marketing y otros tipos de acciones como un link en un blog, por ejemplo, promueve productos pero refiere al cliente, que cierra la compra en un ecommerce externo. En el segundo, se trata del modelo por el que un cliente paga una suscripción mensual o anual, etc, para recibir su producto o servicio.


¿Vas a comercializar productos con stock o más de un tipo de productos? esta gestión es un tema imprescindible al momento de manejar los volúmenes de venta y garantizar la mejor experiencia del usuario. Como en cualquier proceso industrial, o proceso de venta de productos con stock, sin ir más lejos, se debe elaborar la lista de productos y cómo estará conectada con el sistema de la empresa para gestionar stocks, disponibilidades y envío, si estará unida a la tienda física, en caso de que exista una o al depósito donde se guardan los productos. Y, no hay que olvidarse del diseño, de todo lo que es la identidad de la marca.


Este tipo de estructuras digitales requieren algunas definiciones un poco más “técnicas” como por ejemplo: el servidor que alojará la web de la empresa y el ecommerce, el dominio que se usará y cómo se registrará, si se contratará un CMS o Content Management System, un software fácil de usar para gestionar la tienda, que se ocupe desde publicaciones hasta productos y diseño) o se realizará una tienda autogestionable propia. (tranqui, muchas de estas cosas se pueden tercerizar…) 


Proyecciones


Sin ir más lejos, analicemos la pandemia del año pasado y lo que la situación generó al momento de adaptar la forma de comprar y vender. En la época de confinamiento estricto, en la que en casi ninguna parte del mundo las personas podían abandonar sus hogares por el Covid 19, y esta necesidad generó un cambio en las formas de consumo de la mayoría de nosotros, y fué allí donde el ecommerce se volvió relevante. Aumentaron las compras en líneas, más empresas empezaron a vender sus productos en los canales digitales y más usuarios lograron adquirir productos que necesitaban o deseaban en un tiempo breve. 


El ecommerce tuvo un auge impensado en América Latina por esa situación. Y evolucionó más de lo previsto, demandando más profesionalización y mejoras en su ejecución. Se cree que el año 2020 marcó un antes y después en el desarrollo del comercio electrónico a nivel mundial. Situación impensada para los gigantes de la industria como Amazon o Alibaba pero una gran oportunidad para los nuevos profesionales expertos en comercialización digital.


En el informe del 2019 que realizó el sitio web Statista en referencia al comercio electrónico en América Latina, Brasil y México eran los dos países que lideraban el comercio electrónico. Brasil ya facturaba 17 millones de dólares al año y México 14 mil millones. Para ese entonces, ya se preveía que entre el 2019 y el 2024, las ventas ecommerce en Colombia aumentarían 92%, en Perú un 121% y en Argentina un 153%. En el eObservatorio creado por el eCommerce Institute se puede ver la evolución del comercio electrónico en los distintos países de este continente.


Solo en el año 2020, más de 2000 millones de personas adquirieron productos o servicios en plataformas de ecommerce. Las ventas de comercio electrónico en ese mismo año superaron a nivel mundial los 4.2 billones de dólares estadounidenses. Y, también a nivel mundial, surgieron nuevos países líderes en ventas minoristas de comercio electrónico. Argentina creció 100.6%, seguida por Canadá que lo hizo en un 75%, Singapur 73.6%, México 65.2% y Rusia 54%, seguida por Australia que creció un 53%, Brasil 50.1% y Reino Unido 46.5% según este informe de Statista.


Parece un cúmulo de cifras y lo es pero es necesario comprender lo que está sucediendo en todo el mundo con el comercio electrónico para ver las nuevas oportunidades que existen tanto para profesionales de marketing, economía o comunicación como para las empresas y emprendedores de distintas escalas.


El ecommerce se trata de vender productos o servicios, bienes materiales e inmateriales en línea pero también de explorar nuevos rumbos y construir caminos distintos. Una tienda online requiere saberes técnicos pero gestionar un ecommerce implica una nueva forma de pensar, sin fronteras y sin prejuicios. Es una formación nueva que requiere saberes en distintas áreas como la comercialización, el marketing, desde growth marketing a marketing digital, inteligencia emocional y todo lo relacionado al customer experience y customer experience management.


En suma, todas las áreas que deben involucrarse en la comercialización de un producto. Por eso, es importante que hayas descubierto en este artículo todo lo que necesitas saber sobre el ecommerce y cómo poder aprovechar su momento de auge y de evolución.