Así pusimos un pie en Silicon Valley: La historia de Coderhouse en Y Combinator








Aquellos que hoy en día tenemos la inmensa fortuna de trabajar de lo que amamos (sin olvidarnos de los que aún se encuentran en camino a hacerlo) seguramente podamos cerrar los ojos por un instante y retrotraernos hacia esos momentos en los cuales se forjó nuestra pasión por la carrera que elegimos.


Con tan solo realizar este simple ejercicio de visualización, es posible viajar en el tiempo y empezar a encontrarnos con esos referentes que nos han inspirado a través de sus logros, haciéndonos decir: Wow, yo quisiera seguir esos pasos.


La historia que les vamos a contar en este nuevo Coder Blog no es simplemente otro de esos relatos de una start up que consiguió levantar una ronda de inversión para poder crecer. Es mucho más. Es una de esas experiencias únicas e inolvidables donde se tiene la posibilidad de compartir escenario con esos íconos que nos transmitieron la pasión por querer cambiar el mundo y en nuestro caso, Democratizar la educación.


Como ese juvenil que de repente se encuentra recibiendo un pase del mismísimo Lionel Messi, como esa banda under que de un momento a otro se encuentra teloneando a los legendarios Rolling Stones, esta es la historia de Coder poniendo un pie en Silicon Valley.


¡Les compartimos nuestra experiencia!








Había una vez ...


Como dice una frase famosa, toda aventura comienza con un sí y así comenzó la de Coder, tomando riesgos y eligiendo dejar de lado lo bueno por algo mejor, como ya lo contamos anteriormente en este mismo espacio. 


La adopción de un modelo 100% online y en vivo fue el motor de un crecimiento exponencial, que nos permitió abrir camino y llegar hasta los mismísimos creadores del internet como hoy lo conocemos.


Luego de haberlo intentado en el pasado, creímos que había llegado la hora de volver a golpear las puertas de Y Combinator, la aceleradora de negocios más importante del mundo. Unas puertas que podrían ser comparables a las del Valhala para los grandes guerreros Vikingos.


¿Qué es Y Combinator? ¡Imaginémoslo como el argumento de la taquillera película Spiderman: Homecoming! Tony Stark, un consagradísimo miembro de la coalición de superhéroes más importante del mundo, le da a un joven y motivadísimo Peter Parker un curso intensivo de cómo convertirse en un referente. 


Lejos del Glamour y las cámaras de Hollywood, nuestra historia, aunque menos fantasiosa, tenía muchos puntos en común. El anhelo por ingresar a una escuela intensiva de 3 meses liderada por los Tony Starks de Internet: fundadores y ejecutivos de las Start Ups más reconocidas del mundo que ayudaron a dar forma a verdaderos superhéroes del mundo tecnológico como Airbnb, Dropbox, Stripe, Twitch, Reddit y Rappi. Con el deseo de convertir a Coder en un Super Coder, comenzamos nuevamente nuestro recorrido en Y Combinator, con ganas y con la oportunidad de conectarnos con más Peter Parkers de todos los rincones del mundo.








Ganándonos un lugar


Llegar a compartir escenario con nuestros referentes, en esta y en todas las historias es un camino donde se deben superar desafíos y en el que en todo momento hay que negarse a bajar los brazos.


Entrar a Y Combinator es difícil, MUY DIFÍCIL. Hay estadísticamente 5 veces más posibilidades de entrar a Harvard que a este programa, en el que solo ingresan 300 de 16.000 aplicaciones. A esto, hay que sumar el hecho de que los players que podemos encontrar en este mundo son personas que están luchando por curar el cáncer, están fabricando aviones modernos o que han pasado por universidades de la talla del MIT, Stanford o Harvard.


Con este contexto y con el antecedente de habernos quedado a las puertas del ingreso en el pasado, volvimos a intentarlo con más fuerza para obtener nuestro lugar. Un espacio que, como dijimos anteriormente, se disputa con miles de otras grandes empresas, sin más armas en la mano que un formulario.


Luego de una aplicación exitosa, llegó nuevamente la prueba de fuego y tal vez uno de los momentos más desafiantes de esta experiencia: 10 minutos para convencer a los grandes referentes de Silicon Valley que Coder tenía todo lo necesario para convertirse en una empresa líder. 10 minutos que vuelan como si fueran 1. Algo así como cuando sostenemos la mano de esa persona que nos gusta.


Este fue un momento bisagra ya que no solo nos estábamos enfrentando a un gran desafío sino a nuestras propias dudas. Teníamos que ganarnos a nosotros mismos.


Habiendo entrenado intensamente con diferentes founders y luego de unas cuantas sesiones de coaching para mejorar nuestras presentaciones, el tiempo nos dio revancha, logrando acceder a uno de los programas de mayor jerarquía a escala mundial. Un logro que era inmenso, pero solo el comienzo de lo que estaba por venir.








El momento de la verdad


Volviendo a trazar un paralelismo con una historia de vengadores, una cosa es tener lo que se necesita para ser parte y otra cosa muy distinta es llevarlo a la práctica. Así como a un superhéroe lo evaluarían por la cantidad de personas que pudiera salvar de un edificio en llamas, nuestras misiones también iban a ser desafiantes y observadas muy de cerca.


El lema de Y Combinator es make something people want (que en criollo sería: haz algo que la gente quiera) y si Coder quería ser Super Coder iba a tener que respetar esta premisa presentando todo su crecimiento en el Demo Day, el último día del programa, el día decisivo, el día D.


Afortunadamente, no íbamos a estar solos en este proceso y como les contábamos al comienzo de este artículo. De repente, nos vimos compartiendo escenario con uno de esos referentes que nos hicieron apasionarnos por el mundo de internet y la tecnología. Nuestro mentor asignado fue Tim Brady, primer empleado en la historia de Yahoo y la persona que escribió con sus propias manos el modelo de negocios de una de las compañías más relevantes de la historia. 


De un momento a otro nos vimos aprendiendo de primera mano de esos referentes de los que antes leíamos en libros. Una experiencia única pero que también llegaba con un gran objetivo: mejorar el producto y aumentar el volumen de alumnos de una manera estratosférica en tan solo 3 meses. 


Para lograrlo no solo tuvimos que alinear a toda la empresa sino también ponernos objetivos parciales cada dos semanas que se debían ir consiguiendo y compartiendo con estos referentes. Algo así como pintar un cuadro y corregirlo con Da Vinci.


Vivir un sueño también implicaba tener los pies sobre la tierra, trabajando constantemente en el crecimiento de Coder como empresa. Si bien se trataron de 3 meses sumamente exigentes y desafiantes, no podemos dejar de lado el hecho de haber vivido una experiencia totalmente diferente, en la que recibimos un entrenamiento personalizado de los grandes protagonistas de la revolución digital como los fundadores de Airbnb y Brex. 








Y finalmente llegó el día


Como afirmaba el mismísimo Albert Einstein, el tiempo es relativo y los 3 meses de Y Combinator se pasaron tan rápido como esa primera entrevista que nos dio acceso a conocer a nuestros grandes referentes del mundo tecnológico.


Llegó el Demo Day y con él, el momento crucial de compartir con cientos de inversores de Silicon Valley el crecimiento de la empresa en los últimos tres meses. ¡Algo así como una versión God Level del exitoso reality Shark Tank!


Afortunadamente, las métricas estuvieron de nuestro lado y la presentación fue un éxito, demostrando un crecimiento categórico del 26% mensual.


El Dia D nos dejó un saldo de más de 50 inversores interesados con los que nos tocará seguir conversando y grandes devoluciones con las que pudimos formular nuestros próximos objetivos para continuar nuestro crecimiento, mejorando el Lifetime Value de nuestro negocio.


Pero no llegamos hasta este punto del artículo por los números, ¿No? 








Conclusión


Como lo mencionamos al principio del artículo, Y Combinator no solo se trató de una empresa buscando levantar una ronda de inversión. Se trató de una experiencia que cambió por completo a Coder, permitiéndonos acceder a compartir la cancha con esas personas que nos inspiraron la pasión por el mundo tecnológico.


Esta experiencia nos hizo muy bien como empresa, generando una gran comunión entre las áreas que será absolutamente crítica para los próximos desafíos a alcanzar.


Si llegaron hasta este punto, queremos agradecerles por compartir nuestro sueño y esperamos que les sirva de inspiración para lograr todo eso que quieran alcanzar.