Una de las variables que determina la evolución del comercio electrónico es la celeridad de los tiempos de entrega. El q-commerce o “comercio electrónico rápido” requiere que los productos lleguen a la puerta del comprador no sólo en el mismo día de la operación, sino con una demora que no supera los 15 minutos. Ese es el ideal. Revisamos los desafíos de esta movida, más allá de la mera velocidad.


El comercio electrónico atravesado por la celeridad del mundo digital


Omnipresentes, las herramientas digitales son generadoras de hábitos. A diferencia de la “vieja televisión”, YouTube nos permite ver el contenido que deseamos sin necesidad de esperar al prime time. TikTok es paradigma del consumo dinámico, y las Stories de Instagram son paradigma de la fugacidad. El e-commerce no es ajeno a esta propensión: los compradores podrán ser pacientes al momento de escoger un producto en los vastos catálogos, pero cuando tocan el botón “comprar” prefieren que el paquete llegue a su puerta sin demoras. En tal contexto ha surgido un nuevo paradigma en el mundillo del comercio electrónico, una modalidad definida por la pura inmediatez y que se vincula especialmente con una serie de productos de consumo masivo.


Qué es el q-commerce o quick commerce


También conocida como “comercio electrónico rápido”, esta modalidad del e-commerce está definida por la inmediatez de las entregas. En lugar de los tiempos habituales (en muchas ocasiones entre los tres y cinco días posteriores), el q-commerce  supone la llegada a los clientes el mismo día de la compra, e incluso a los pocos minutos. En algunos mercados, estas entregas súper veloces se realizan en un lapso que no supera los 15 minutos de demora.


El quick commerce es un desafío de fuste para los vendedores y empresas de logística, pero al mismo tiempo se presenta como una oportunidad: las entregas rápidas son cada vez más apreciadas por los compradores y, en tal sentido, ofrecerlas es una variable clave para conseguir más ventas y rentabilidad, tal como revelan persos relevamientos.


Un sondeo realizado por la empresa de logística Treggo en el mercado argentino, aquí reseñado, dio cuenta que más de seis de cada diez compradores prefiere que sus compras sean enviadas el mismo día de la operación. Eso sí: cerca del 40 por ciento de los encuestados dijo que están dispuestos a esperar más de tres días en caso de que la prontitud del despacho dependa del pago de una tarifa adicional.


El q-commerce en tres ítems


Es una de las formas en las que evoluciona el comercio electrónico, con envíos que no se demoran más de 30 minutos. Ese es el tope.


Las firmas de logística que procuran ser reconocidas en esta modalidad hablan de entregas dentro de los 15 minutos después de confirmada la compra.


El quick commerce se desprende del delivery de comida e involucra cada vez más rubros y productos. 


Cuáles son los productos preferidos para el quick commerce


El sector gastronómico aparece como un faro para la modalidad y, en tal sentido, es un paradigma para la adopción en más segmentos del “comercio electrónico rápido”. El delivery de comida se ajusta a los axiomas del quick commerce: la compra se realiza a través de herramientas digitales (cada vez son menos los restaurantes y comercios del rubro que toman pedidos telefónicamente, en favor de las apps) y los envíos se realizan sin demoras.


Con los alimentos como impulsores de la movida, el q-commerce se apoya principalmente en los productos ofrecidos por los comercios de cercanía. En tal sentido, podemos mencionar rubros como farmacias, supermercados, ferreterías, librerías, quioscos, despachos de bebidas, fruterías, que cada vez más ofrecen a los clientes un tratamiento similar al delivery de comida preparada y que, así, se sube a la ola del comercio electrónico rápido.


En tal sentido, la modalidad supone una renovación en el vínculo con los comercios de cercanía. Hay productos especialmente recurrentes en el q-commerce, por ejemplo los pañales, los analgésicos, elementos de limpieza e incluso elementos de ferretería, como un pegamento o tornillos. En este terreno también aparecen los vinos y otros productos para regalos, como bombones, flores o desayunos. También podemos mencionar artículos de librería, especialmente en tiempos en los que se ha maximizado la tendencia del trabajo en el hogar.


Además de los rubros mencionados, no deberíamos dejar de lado a otros comercios más tradicionales. ¿Sabías que tiendas de indumentaria en Europa han comenzado a ofrecer este tipo de servicios caracterizados por la venta en línea y las entregas sin demoras?


El caso de los supermercados es paradigmático: si hablamos de q-commerce no deberíamos pensar en el clásico pedido que se realiza en línea y que en ocasiones demora muchas horas e incluso con envíos programados para días posteriores. Para comprender más cabalmente de qué hablamos aquí, será útil imaginar la siguiente escena: alguien en su casa prepara una torta. En medio de la elaboración cae en cuenta que necesita más huevos; entonces apela a esta modalidad de comercio electrónico rápido para que un almacén cercano lleve ese producto hasta la puerta de su casa, en pocos minutos.


Un ejemplo similar involucra a las farmacias: una molestia física acaso impida que una persona se acerque hasta el comercio de su barrio. Gracias el q-commerce, puede solicitar medicación de venta libre para que llegue hasta sus manos, sin tener que moverse de su casa.


Además, tal como veremos en el siguiente punto, las entregas que llegan a la puerta del comprador en apenas minutos estiran su alcance a más sectores. Ocurre que, más allá del producto o servicio que se ofrezca, la celeridad en los envíos es una variable para seducir a potenciales compradores.


Tres razones por las que el quick commerce es importante para los que venden online


Los compradores en línea examinan persas características de los productos y también en los vendedores. Aquellos que ofrecen entregas rápidas tienen una ventaja por sobre sus competidores. Insiders aseguran que la atención de los clientes hoy está puesta en los detalles de la entrega. Si llega antes, es más posible que el comprador decida su compra.


Tal como señalamos al inicio de este repaso, las herramientas digitales generan hábitos. Así, se comprende que los usuarios valoran cada vez más la prontitud.


Los envíos súper rápidos también se ajustan a los tiempos que corren en términos sanitarios. La pandemia de Covid-19 ha llevado al e-commerce a desempeños récord y en tal contexto también son cada vez más requeridas las entregas que no supongan grandes demoras. En ese orden, es posible señalar que el q-commerce aparece como un reemplazo de la visita (física) a los comercios de cercanía.


El q-commerce, un desafío para el comercio electrónico en América Latina


En Estados Unidos y Europa el quick commerce tiene, en términos generales, el camino más allanado en relación a lo que ocurre en otras plazas, entre ellas América Latina. Ocurre que las compañías de logística que se suben a la ola precisan infraestructuras robustas. En algunos casos, poseen centros logísticos en puntos estratégicos de las ciudades y también trabajan en sociedad con comercios conocidos como “dark stores”, que no reciben clientes en sus instalaciones sino únicamente a repartidores.


Por lo demás, el q-commerce exige inversión. Un caso elocuente es el de Amazon, firma paradigmática del comercio electrónico a nivel mundial. ¿Sabías que esa empresa ya despliega drones (¡sí, dispositivos voladores!) que realizan envíos de productos, además de robots que llegan a la puerta de los compradores? En tal contexto, en algunos países latinoamericanos crece la modalidad atravesando los desafíos: inversión en logística, reconversión de ciertas prácticas y en ocasiones la adaptación de los comercios físicos.


Siguiendo las consideraciones vertidas en este repaso del sitio Trade y Retail, actualmente la media de tiempo de entrega de la mayoría de los operadores de logística en América Latina es de tres a cinco días hábiles. Sin embargo señalan que el sector evoluciona para ser cada vez más atractivo y que “el tiempo de entrega es un factor fundamental a la hora de tomar una decisión de compra”.