La importancia del salario emocionalPor Runa


A raíz de la pandemia por Covid-19 que comenzó en marzo de 2020, la estructura de colaboradores de la mayoría de las empresas del mundo cambió de manera transversal. 


Las personas debían continuar con sus tareas desde sus casas, motorizando el trabajo remoto que hasta el momento era una opción e invadiendo los escenarios domésticos durante la jornada laboral.


Por un lado, las empresas tuvieron que incorporar una cultura de trabajo basada en el equilibrio emocional de sus talentos para retenerlos, y por el otro, estos empezaron a movilizarse buscando la mejor propuesta en este sentido.


Las personas empezaron a privilegiar aquellos puestos de trabajo que puedan realizar desde cualquier parte y con horarios flexibles, entre otros aspectos. Pero además también comenzaron a indagar cuán reflejados se veían con los valores de las organizaciones en donde se desempeñan.


¿Acaso los sueldos dejaron de importar? Claro que no, pero el gran motivador comenzó a ser el salario emocional. 


¡Acompáñanos para saber de qué se trata! 


¿Qué es el salario emocional?


El salario emocional es aquel que está vinculado con una retribución no económica para los profesionales y que se traduce en una sumatoria de beneficios y ventajas que hacen parte de la oferta laboral. 


Es un salario en tanto que a nivel corporativo se requieren determinadas inversiones para proponerlo como parte de la oferta, y también porque los colaboradores lo perciben como beneficios que inclinan la balanza a la hora de elegir en qué empresa quieren trabajar.


Si bien no están reflejados en la nómina -o en sus recibos de sueldo- como beneficios económicos y, por tanto, se lo puede reconocer como un salario intangible, el mismo sí cuenta con beneficios tangibles que posibilitan que los colaboradores lleven adelante sus tareas a gusto.


De hecho, cada vez más empresas se ocupan de retener a sus talentos abultando este tipo de salario con propuestas tentadoras que les permiten disponer de su tiempo de manera más relajada, desarrollarse profesionalmente, ocuparse de la salud personal y familiar, como también trabajar en un ambiente armonioso.


¿Crees que este tipo de oferta podría ser tentadora para ti? 


Según un estudio realizado por Infojobs, tener un sueldo más alto era un motivador importante para cambiar de empleo en 2020 (79%), pero también lo era la opción de tener un horario más flexible (55%) o tener un trabajo que les permita combinar la vida personal y laboral (54%).


Pero si todavía quedan dudas del valor que tienen los sueldos para las próximas generaciones, el informe Employer Brand Research 2021 de Randstad revela que los talentos de 18 a 24 años no consideran que el sueldo sea fundamental a la hora de elegir o aceptar un trabajo.


Y esto, ¿por qué? Porque consideran que sus vidas están más equilibradas con un salario emocional acorde.





¿Qué papel juega este aspecto en los trabajadores?


Mientras que para una empresa el salario emocional es una inversión, para los trabajadores juega un doble papel: es un acuerdo de valores que combina la organización financiera y sus principios personales.


Por un lado, el sueldo económico les permite pagar sus gastos y consumos, por lo que si este sueldo además posibilita tener un ahorro o cumplir cualquier tipo de meta financiera, se convierte en un gran motivador para postularse, o para continuar en ese trabajo.


Mientras que por el otro lado, aun cuando el sueldo sea lo suficientemente atractivo, los trabajadores han entendido que el equilibrio emocional y la salud están por delante, por lo que no aceptarán trabajar bajo presión o con ningún tipo de incomodidad.


Pero no solo eso, sino que también privilegian cada vez más poder trabajar en un ambiente en donde se comparten los mismos valores.


Por estas razones, el salario emocional es tan valorado.  


Cinco beneficios del salario emocional


En el mediano plazo, el salario emocional se convierte en un factor importante para las empresas y para los trabajadores gracias a estos beneficios:


Más compromiso con los objetivos: El salario emocional que propone una empresa a sus talentos puede generar más implicancia del mismo con sus quehaceres, incentivándolos a llevar adelante la “milla extra”, es decir, hacer más de lo que se les pide con el objetivo de optimizar lo que se propusieron originalmente.Mejores ambientes de trabajo: Si el salario emocional forma parte de una cultura de trabajo de una empresa y no es una propuesta aislada, se genera un entorno saludable y ameno donde, incluso, favorece la concentración y la dedicación.Más productividad: Cuando las personas trabajan en áreas que dominan y lo hacen con comodidad y satisfacción son más productivas.Menos absentismo: Es normal que cuando no estás a gusto con tu trabajo recurras al hábito de faltar frecuentemente o, incluso, abandonarlo. Algo que no sucede cuando el salario emocional es un buen motivador.Reduce los gastos y revitaliza a los equipos:La rotación constante de talentos genera muchos gastos para una empresa y desgasta el vínculo entre los profesionales, por lo que una propuesta de salario emocional acorde revierte esta situación indudablemente.





¿Cuáles son los 10 factores que definen el salario emocional?


Para Marisa Elizundia, autora del Barómetro de Salario Emocional (una herramienta que sirve para medir los beneficios emocionales que se pueden percibir en un trabajo), existen diez factores que definen el salario emocional:


La autonomía, que se traduce en la posibilidad de poder llevar adelante proyectos propios.La pertenencia, que en relación a la autonomía, posibilita hacerlo en un entorno de escucha que valora los aportes.La creatividad, como la posibilidad de que cada empleado pueda poner su impronta en lo que hace.La definición, que abre un panorama más amplio de oportunidades profesionales para un talento.El disfrute, como aquello que refleja la armonía y los momentos en que los profesionales están a gusto con lo que hacen y con quienes lo hacen.La satisfacción, se plantea como objetivos de corto plazo y responde más a motivaciones personales que impartidas por el trabajo. Es el gusto por disfrutar de la emoción de autosuperarse.La inspiración, todos los factores mencionados anteriormente permiten que los colaboradores se inspiren con nuevas perspectivas de trabajo.El crecimiento personal, es un reflejo del aprendizaje y adopción de esos valores que los colaboradores buscan y que se atribuyen al ponerlos en práctica.El desarrollo profesional, que se expresa en la posibilidad de ejercitar nuevas propuestas superadoras a nivel profesional en un entorno productivo.El propósito, como un sentimiento que resignifica la razón por la cual un colaborador hace su trabajo y cómo impacta en él ese proceso.


Ejemplos de salario emocional


Aunque el salario emocional es un complemento del salario económico, es importante que sepas que esto no significa que tu sueldo bruto se vea afectado por la cantidad de beneficios que te ofrezca una empresa.


En ocasiones, algunas organizaciones malinterpretan el sentido del salario emocional y, debido a que es una inversión para la compañía, lo toman como parte del pago cuando en realidad no se expresa de esa forma.


Para dejarlo más claro, veamos algunos ejemplos de qué componentes sí se pueden reconocer como una propuesta de salario emocional:


Cuando la empresa que te contrata paga una capacitación con la cual mejorarás tu productividad, pudiendo ser un curso de idioma o un seminario de profesionalización de tus tareas.


Cuando la oferta contempla la cobertura total de prestaciones médicas exclusivas como internaciones, estudios de alta complejidad, etc.


Cuando puedes realizar tu trabajo desde casa -en modalidad home office- y con horarios flexibles.


Cuando puedes optar por más días de vacaciones aunque la ley laboral de tu país no lo contemple. Algunas empresas ofrecen la opción de “vacaciones ilimitadas” bajo una estructura de trabajo por objetivo. Es decir, mientras tu objetivo esté cumplido en tiempo y forma, tómate las vacaciones cuando quieras.


Cuando la compañía lleva adelante acciones saludables que impactan en tu vida, como poner puestos de frutas gratuitas para el almuerzo o para la colación, o también cuando promueve días con actividades deportivas o yoga en equipo.


Cuando la organización cubre tus gastos de gimnasio o cualquier otra actividad recreativa que potencia tu creatividad: dibujo, teatro, audiovisual, etc.


De igual manera, cuando cubre los gastos por viajes de reconocimiento para ver cómo se lleva a cabo un proceso en otra ciudad o país.


Cuando la misma oficina cuenta con espacios lúdicos para relajarse mentalmente. Algunas empresas tienen habitaciones disponibles para dormir una siesta corta y retomar con mejor concentración.


Cuando la empresa cuenta con salas de lactancia o guardería.  


Cuando tienen políticas flexibles a nivel personal, por ejemplo, que puedan salir para resolver un asunto familiar o que puedan extender sus licencias por maternidad o paternidad si lo necesitan.


Cuando la oferta incluye el pago de atención psicológica o gastos por algún tipo de discapacidad previa a tomar el puesto o adquirida durante el desarrollo de sus actividad, por ejemplo, la declaración de una enfermedad o el deterioro visual.


Todos estos ejemplos son suficientes para aclarar el panorama de las condiciones en las cuales las empresas toman la iniciativa de proponer un salario emocional saludable. 


Tal y como decimos al comienzo, ninguna de estas opciones reemplazan el sueldo económico y lo complementan sólo en tanto y en cuanto mejoren la calidad de vida de los profesionales.


Cada vez más empresas están comprendiendo cuán valioso es tener equipos bien pagos y emocionalmente estables, mientras que por su parte, cada vez más talentos están entendiendo que sus capacidades tienen que estar cubiertas principalmente desde el lado anímico, lo cual los motiva a superarse cada día más.


Ahora cuéntanos tú, ¿consideras el salario emocional a la hora de elegir un trabajo?