El Secreto del éxito se esconde en tu Rutina








Antes de empezar este artículo quiero que vuelvas a leer el título: el secreto del éxito se esconde en tu rutina. No son las cosas gigantes, ni los golpes de suerte, ni los "Ahá-moments. No. Son las cosas que hacés todos los días, de manera repetitiva, y seguramente hasta ahora totalmente inconsciente de que las estabas haciendo. Bendito sea el mindfulness que nos permite abrir los ojos y empezar a analizar nuestra realidad y nuestro día a día con curiosidad.


Hola, mi nombre es Nicole y me dedico al Marketing Digital hace más de 8 años, pasé por todos los puestos: desde cuentas en agencia de publicidad, hasta encargada de comunicación digital y marketing tradicional. Después de dar clases en una universidad de Córdoba, tomé la decisión de empezar a compartir lo que sabía desde mi Instagram personal. Desde ese momento en 2018 hasta hoy pasaron muchísimas cosas: dos empresas nuevas, una plataforma online orientada a mujeres emprendedoras, consultorías a empresas nacionales y multinacionales… Pero, ¿cómo llegué a este camino del mindfulness, los hábitos y la productividad? Casi por obligación, después de atravesar episodios que se desprendían de mi diagnóstico de ansiedad generalizada, la meditación y consciencia plena llegaron para re-estructurar mi visión del mundo. A través del estar presente en el aquí y ahora logré revisar mi rutina, repensar mis hábitos, y encontrar los disparadores de mi ansiedad que se escondían en mi día a día. Poco a poco, fue influenciando también mi manera de trabajar, y son ejes centrales en mis dos empresas que intentamos no solo plasmar en nuestros valores, si no llevarlos al día a día en todo lo que hacemos: desde la comunicación hasta el desarrollo del producto, todo está pensado desde la atención al presente y poder brindar, conscientemente, lo mejor a nuestra audiencia. 











¿Cuánto de lo que logramos y de lo que no logramos es 100% nuestra responsabilidad? Más de lo que creemos, seguro. Los hábitos componen el 40% de las actividades que realizamos en un día común, y son las decisiones que parecen PAVADAS pero que tomamos día tras día, las acciones que llevamos a cabo diariamente. Lo que hacés a repetición, lo que pensás todos los días, donde ponés tu energía y donde ponés tu tiempo, forman quién sos como persona.








Todo muy lindo, pero, ¿Por dónde arrancar?


¿Cómo comenzar el camino de la consciencia para ver a dónde está yendo nuestra energía? Lo primero que tenemos que hacer es un habit scorecard. En criollo sería anotar tooodos los hábitos que tenemos, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a acostar, y empezar a detectar cuáles son positivos (+), cuáles son negativos (-) y cuáles son neutros (=).


El tema es este: te vas a dar cuenta de que tenés muchos hábitos negativos que hacés de manera automática, y esto sucede porque cuanto más automática sea una acción, menos tendemos a pensar en lo que estamos haciendo. Por ejemplo: todas las noches te acostás a las 10 pm pero estás con el celular hasta las 3 de la mañana. Y lo venís haciendo hace meses, tal vez años. Ya es un hábito, ni te lo cuestionás. Al día siguiente te sentís mal, estás cansado, sabés que tenés que cambiar algo en tu rutina pero sale esa resistencia: "esto ya es así, no lo voy a poder cambiar jamás". Y esa resistencia viene también de no tener detectado cuál es el hábito real que corresponde cambiar. Por eso, ahora antes de seguir, te invito a que hagas tu scorecard y anotes al lado de cada hábito cómo lo puntuás.











¿Qué buscamos con esto? Entender cuáles de nuestros hábitos son efectivos para nosotros a largo plazo. Todos los hábitos son efectivos, los buenos y los malos, para cosas distintas. Por ejemplo: comer un kilo de helado después de un día terrible es efectivo para aumentar la dopamina y la serotonina, pero no es la forma más efectiva a largo plazo para lidiar con nuestras emociones. Lo primero que tenemos que hacer, como te decía antes, es DARNOS CUENTA. Así que completá tu tabla con todos los + o - o = que correspondan antes de continuar.








Entonces, ¿Cómo se forman los hábitos?


Hay algunos puntos claves que tenemos que tener en cuenta:





SEÑAL / ANHELO / RESPUESTA / RECOMPENSA





La señal le indica a tu cerebro que es momento de comenzar con un comportamiento. ¿Qué buscamos por lo general? Satisfacción. Estamos constantemente analizando nuestro entorno para buscar dónde hay una recompensa o dónde vamos a encontrar satisfacción. Una vez que lo encontramos, pasamos al anhelo.


El anhelo compone la fuerza motivacional detrás de cada hábito. Sin anhelo no tenemos razones para actuar. Lo que deseamos no es el hábito en sí mismo, sino el estado en el que entramos después del hábito. No anhelás el helado, anhelás cómo te hace sentir cuando lo comés. Cada anhelo trae aparejado el deseo de cambiar nuestro estado interno. ¿Algo clave? Cada anhelo puede ser diferente para cada persona.


La respuesta es el hábito propiamente dicho que llevamos a cabo, puede ser un pensamiento o una acción. Si la respuesta ocurre o no depende del esfuerzo que traiga consigo llevarla a cabo, y la habilidad que tengamos para hacerlo.


La recompensa es el objetivo final detrás de cada hábito. Nos traen satisfacción, y también nos indican si es una acción o un hábito que valga la pena recordar en el futuro.





LA POSTA: Si al comportamiento le faltan alguna de estas cuatro etapas, no se convierte en hábito. Sin señal no empezamos, sin anhelo no tenemos motivación, sin simplicidad no hay respuesta que se active y sin recompensa no hay motivo para hacerlo.


Estos cuatro pasos se piden en dos fases: La fase problema y la fase solución.


La fase problema incluye la señal y el anhelo: me doy cuenta de que hay que cambiar algo.La fase solución incluye la respuesta y la recompensa: tomo acción y logro mi deseo.





VEAMOS EN LA PRÁCTICA:


SEÑAL: Te despertás.ANHELO: Querés ver las notificaciones de tu Instagram.RESPUESTA: Agarrás el celular.RECOMPENSA: Ves todos los likes y comentarios.Agarrar el celular se asocia a despertar por las mañanas.


SEÑAL: Estás ansiosa/o.ANHELO: Un kilo de helado.RESPUESTA: Entrás a Pedidos Ya.RECOMPENSA: Comés un kilo de helado sin respirar.Comer helado se asocia a momentos de ansiedad y estrés.








Ready, Set, Go


Como verás, cambiar hábitos es mega posible, con un poco de esfuerzo detrás vas a poder dejar de agarrar el celular apenas te levantás, pasar menos horas en tus redes sociales, mejorar tu alimentación y tus vínculos en general. 


EJERCICIO PARA LA CASA: Repasá el habit scorecard y por 3 hábitos positivos y 3 hábitos negativos analizá los pasos que lo desencadenan (señal, anhelo, recompensa, respuesta). ¿Cómo podrías modificar los negativos para incorporar hábitos nuevos positivos que los reemplacen?


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